martes, 19 de enero de 2010

Misterios Luminosos



Misterios Luminosos
(Jueves)

I. El bautismo del Señor
“Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán donde Juan, para ser bautizado por él (...). Salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: Este es mi Hijo amado, en quien yo me complazco” (Mt 3, 13, 16-17).

II. Su autorevelación en las bodas de Caná
“Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: No tienen vino. Jesús le responde: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Dice su madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga” (Jn 2, 1-5).

III. El anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión
“Marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva (...). [Luego] llegan a Cafarnaúm (...) y le vienen a traer a un paralítico. (...) Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo (...) y a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de
ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados (...), a ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa” (Mc 1, 15, 21; 2, 3-11).

IV. La transfiguración
“Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. (...) [Y] una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle” (Mt 17, 1-3, 5).

V. La institución de la Eucaristía
“Sabiendo Jesús, que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. Y “mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: Tomad, comed, éste es mi cuerpo. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dió diciendo: bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados” (Jn, 13, 1; Mt 26, 26-29).

Misterios Gloriosos



Misterios Gloriosos
(Domingo y miércoles)

I. La Resurrección de Jesús
“El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. Y ahora id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos” (Mt 28, 5-6).

II. La Ascensión de Jesús a los cielos
Jesús “los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió que, mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo.” Después “salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban” (Lc 24, 50-51; Mc 16, 20).

III. La venida del Espíritu Santo
“Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en de los compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (...) Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido (...) que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse” (Hch 1, 14; 2, 1-4)

IV. La asunción de Nuestra Señora
“¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente! Porque, mira, ha pasado ya el invierno, han cesado las lluvias y se han ido. (...) Muéstrame tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y bello tu semblante” (Ct 2, 10-11, 14).

V. La coronación de Nuestra Señora
“Toda espléndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus brocados es llevada ante el rey.” Y “una gran señal apareció en el cielo; una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Sal. 45, 14-15; Ap 11, 19;12, 1).

Misterios Dolorosos



Misterios Dolorosos

(Martes y viernes)

I. La oración de Jesús en el Huerto
“Va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, mientras voy allá a orar. Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra,” y dijo: “Padre si quieres aparta de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. “Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra” (Mt 26, 36-37; Lc 22, 41-44).

II. La flagelación de Jesús
(Pilato) “volvió a salir donde los judíos y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en él (...). ¿Queréis, pues, que os ponga en libertad al Rey
judíos? Ellos volvieron a gritar diciendo: ¡A ése, no; a Barrabás! (...)(...) Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle” (Jn 18, 38-40; 19, 1).

III. La coronación de espinas
Los soldados “trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza” (Mt 27, 29-30).

IV. Jesús carga con la cruz
“Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle” (Mt 27, 31). “Y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario”. “Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, (...) a que llevara su cruz” (Jn 19, 17; Mc 15, 21).

V. La crucifixión y muerte de Jesús
“Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron. (...) Jesús decía: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen (...). Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona (...). Jesús, dando un fuerte grito, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y, dicho esto, expiró.” “Como le vieron muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua” (Lc 23, 33-34, 44-46; Jn 19, 33-35).

Misterios Gozosos



Misterios Gozosos
(Lunes y sábados)

I. La anunciación a la Santísima Virgen María
“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo (...). Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hagase en mí según tú palabra”. (Lc 1, 30-32, 38).

II. La visitación de la Santísima Virgen a su prima Santa Isabel
“En aquellos días, se levanto María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre; y ¿de donde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme?” (Lc 1, 39-43).

III. El nacimiento del Niño Jesús en Belén
“Y sucedió que, mientras ellos estaban allí se cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca algunos pastores (...) se les presentó el Ángel del Señor, (...)y les dijo: no temáis, pues os anuncio una gran alegría, (...) os ha nacido (...) un salvador” (Lc 2, 6-11).

IV. La presentación del Niño Jesús en el templo
“Llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor. (...) Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón que esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. (...)Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción- ¡y a ti misma una espada te traspasará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones” (Lc 2, 22-25, 34-35).

V. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. (...) Subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres(...). Se volvieron a Jerusalén en su busca(...). Al cabo de tres días, le encontraron en el templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas” (Lc 2, 41-47).

Como rezar el Rosario



(Las cuentas grandes son "Padrenuestros", las pequeñas son "Avemarías")

1-Con la cruz del rosario en su mano haga la Señal de la Cruz, y rece el
"Credo de los Apóstoles".

2- Rece el primer "Padrenuestro" y medite el Primer Misterio. (Ver: Misterios del Rosario)

3- Rece 10 "Avemarías" (una por cada cuenta pequeña); rece el "Gloria".
4- Rece el Padrenuestro y medite el Segundo Misterio; 10 Avemarías.
5- Rece el Padrenuestro y medite el Tercer Misterio; 10 Avemarías.
6- Rece el Padrenuestro y medite el Cuarto Misterio; 10 Avemarías.
7- Rece el Padrenuestro y medite el Quinto Misterio; 10 Avemarías.
8- Un Padrenuestro y tres "Avemarías" por las intenciones del Santo Padre.
9- La Salve
10- Letanías de la Virgen (Lauretanas) -Es tradición añadirlas al final del rosario

El Santo Rosario




El Santo Rosario (del latín rosarium «rosal») es un rezo tradicional católico, que conmemora veinte "misterios" de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, recitando después de cada uno un Padre nuestro, diez Ave María y un gloria.

También se llama "rosario" a la sarta de cuentas que se utiliza para rezar el Santo Rosario. Las cuentas están separadas cada diez por otras de distinto tamaño y la sarta está unida por sus dos extremos a una cruz.

La Corona del Rosario (o camándula, como se le conoce en algunos países) está formada por 50 granos o cuentas en grupos de 10 (conocidos como "décadas" o "decenas"), con un grano más grueso entre cada década. Cinco granos más forman un colgante que une la cruz a las décadas mediante una medalla. Estas cinco cuentas pudieran simbolizar las Llagas de Cristo y se utilizan para las oraciones adicionales rezadas antes y/o después de los misterios. Se conocen rosarios de 150 cuentas que corresponden con su origen del salterio monacal. Para fabricar los granos se utilizaban semillas de caoba o incluso perlas reales, pero en la actualidad se fabrican de materiales artificiales. En el pasado eran comunes los rosarios hechos con huesos de olivo, algunos de los cuales se creía que eran fabricados con los olivos del huerto de Getsemaní.

Tradicionalmente se recitaban 15 décadas o decenas, número que fue aumentado a 20 con la inclusión en el año 2002 de los "misterios" luminosos. Cada una, como ya se mencionó anteriormente, corresponde a uno de los "misterios" de la Redención.

Al parecer procede del tasbih musulmán, introducido en Europa por los cruzados, que a su vez tiene su origen en la India. Una bula del papa Pío V, escrita en 1596, afirma que fue santo Domingo de Guzmán, el fundador de la Orden de Predicadores, quien introdujo el rosario en el mundo cristiano en el año 1221.

Dios nunca muere...

Dios nunca muere, es un vals maravilloso,reconfortante y unico, de verdad una verdadera belleza la cual, si no la conoces, te la pongo a tu alcanze y mas aun, una breve introduccion de Wikipedia acerca del mismo:
Dios nunca muere

Vals mexicano escrito por el compositor y violinista Oaxaqueño Macedonio Alcalá en 1868. En él, al igual que en la Canción Mixteca, se refleja el dolor del pueblo oaxaqueño, obligado a migrar a otras tierras en busca de mejores oportunidades. Es también de facto el Himno de Oaxaca. Ha sido cantado por intérpretes tan destacados como Pedro Infante y Javier Solís. En el caso de este último, existen dos versiones de la canción: una con respaldo de Banda Sinfónica, grabada en 1959 y otra con el Mariachi Nacional de Arcadio Elías, grabada en 1963.

Se cuenta que este vals fue compuesto cuando Macedonio Alcalá y su esposa pasaban por una situación económica precaria y además el compositor estaba en riesgo de morir. Una versión de la historia señala que su benefactor y amigo Roberto Maqueo, viéndolo en esta situación difícil, le dejó discretamente 12 pesos en plata. Otra versión señala que le visitaron indígenas de un pueblo cercano para encargarle un vals para la patrona de su pueblo, dejándole 12 pesos en plata como paga. En todo caso, se afirma que en cuanto Alcalá recibió el dinero, se incorporó en su cama y trazó en una pared los primeros compases del vals, los cuales transcribió después en un papel para música, con gran esfuerzo de su parte. Llamó a este vals Dios Nunca Muere en gratitud a que había recibido auxilio cuando más lo necesitaba. A esta composición se le han asignado varias letras de las cuales la más conocida y que se reproduce seguidamente, fue escrita por Cipriano José Cruz.

Dios nunca muere
(Himno Oaxaqueño)
Autor: Macedonio Alcalá

Muere el sol en los montes
con la luz que agoniza,
pues la vida en su prisa,
nos conduce a morir.

Pero no importa saber
que voy a tener el mismo final,
porque me queda el consuelo
que Dios nunca morirá.

Voy a dejar las cosas que amé
la tierra ideal que me vio nacer,
sé que después habré de gozar
la dicha y la paz, Que en Dios hallaré.

Sé que la vida empieza
en donde se piensa
que la realidad termina.
Sé que Dios nunca muere
y que se conmueve
del que busca su beatitud.

Sé que una nueva luz
habrá de alcanzar nuestra soledad
y que todo aquel que llega a morir
empieza a vivir una eternidad.

Muere el sol en los montes
con la luz que agoniza,
pues la vida en su prisa,
nos conduce a morir.

Hola

Querido amigo:
Al leer este mi 1er. Mensaje, espero estes bien de Salud, yo en cambio no puedo decir lo mismo.
Me llamo Jaime, estoy a punto de cumplir 29 años, pero por un error cometido, he llevado mi salud a un punto en el cual la sosobra y la duda inundan mi alma.
Debo decir que desde entonces mi alma no tiene consuelo, y todo esto no es nada, ya que se que he ofendido a dios y a mi familia, y a mi…
No pido que lo entiendas mi querido amigo, solo quiero que lo sepas, y si estas bien regocijate en tu bienestar y valora todo lo que tienes, y fijate en mi…
Espero que Dios me perdone, y mas aun, solo le pido me de fuerzas en este momento de debilidad
He decidido abrir este blog, con la simple idea de compartir las cosas que Dios me da y me fascinan, siendo asi, espero estemos juntos, en lo que dura mi camino…